Biología
Carne cultivada: ¿una revolución en la industria alimentaria?

Andrea García Céspedes
Biotecnología | Inmunología Tumoral e Inmunoterapia del Cáncer
29 abr 2024
A diferencia de la carne convencional, que proviene de animales criados y sacrificados, la carne cultivada se produce a partir de células animales cultivadas en laboratorio.
Estas células se extraen de una pequeña muestra de tejido animal, se multiplican en un ambiente controlado con nutrientes específicos (biorreactor) y se les da la forma deseada (filete, hamburguesa...) con moldes o bioimpresoras. Así, se obtiene un tejido muscular casi idéntico al “natural".
Para asemejarla aún más a la carne convencional, se ha trabajado en añadir células adiposas e incluso usar andamios que facilitan la estructuración del tejido, mejorando el sabor y la textura.
¿Qué ventajas tiene la carne cultivada?
Además del factor ético (bienestar animal), extender el consumo de esta carne evitaría el impacto ambiental del sector ganadero y de la fracción del sector agrícola destinada a alimentar el ganado.
Por otro lado, permite un mayor control del producto obtenido, pues se podría establecer la proporción de células musculares y células adiposas, así como el tipo de nutrientes específicos.
¿Cuáles son las limitaciones actuales?
Para producir cantidades significativas de carne cultivada, es necesario utilizar grandes biorreactores. Esto implica los costes de infraestructura, producción y mantenimiento, así como la capacidad de poder escalar el cultivo celular.
Además, este es un tema controvertido. La aceptación de este producto por parte del consumidor aún es un problema y se debe, en muchos casos, al desconocimiento.
Cabe destacar que la producción de carne cultivada ya se ha aprobado en algunos países. Existen plantas industriales que se dedican a ello, una de ellas en España, y también restaurantes que la utilizan.