Odontología
Placa bacteriana: una amenaza para tu salud oral

Charo Céspedes Rubio
Biología | Bacteriología y Laboratorio Clínico | Microbiología Clínica
15 may 2024
La placa bacteriana es una película de consistencia blanda, opaca y de color blanquecino, compuesta por bacterias, leucocitos y azúcares provenientes de los restos de alimentos que no se han eliminado.
Se acumula en la superficie de dientes, encías y otras superficies bucales como prótesis, material de restauración, etc.
Después de comer el pH de la saliva se torna ácido. Este ácido ataca al esmalte dental, lo que favorece a las bacterias para que se ubiquen en la superficie de dientes y encías, se adhieran entre sí, se multipliquen y crezcan hasta formar el cálculo o sarro.
Cuando las encías se tornan enrojecidas, inflamadas y sangran, es la primera señal de que estamos presentando una gingivitis.
Si dejamos pasar el tiempo, ya pasaremos a una periodontitis (afección del tejido que soporta el diente) y posteriormente a la pérdida de la pieza dentaria. Por ello, es importantísimo eliminarla constantemente.
La placa bacteriana se clasifica según su localización:
Supra gingival (por encima de la encía), formada por cocos, bacilos, células epiteliales, leucocitos y polisacáridos producidos por las bacterias a partir de la sacarosa (de la dieta) y la saliva. Suele ser adherente y cariogénica.
Sub gingival (por debajo de la encía), formada por cocos y bacilos gram + y gram –, encargados de la destrucción rápida del periodontio y es más difícil de remover.
Para su correcta eliminación es primordial tener en cuenta:
Cepillarse por lo menos dos veces al día durante mínimo 3 minutos. Hacerlo correctamente por todas las superficies de los dientes enfatizando en el margen gingival, ya que es donde más se acumula.
Usar hilo dental diariamente para retirar la placa que se forma entre diente y diente, ya que el cepillo no alcanza esta zona. Usar cepillo interproximal, sólo si el espacio entre los dientes es grande.
Usar enjuagues bucales, aunque no son estrictamente necesario, pueden ayudar a mantener limpia la boca.
Llevar una dieta sana, limitando el consumo de almidones y azúcares.
Realizar visitas al odontólogo, como mínimo una vez al año, para una limpieza profesional.
Los factores genéticos-hereditarios, la dieta, el estado inmunológico, la salivación, los hábitos higiénicos, entre otros, condicionan la aparición y desarrollo de la caries y la periodontitis. Pero una correcta eliminación de la placa bacteriana, disminuye el riesgo de padecerlas.