Salud
Entrenamiento de fuerza: tu mejor aliado contra la sarcopenia

Charo Céspedes Rubio
Biología | Bacteriología y Laboratorio Clínico | Microbiología Clínica
2 abr 2024
Cada vez veo más personas de distintas edades que realizan un volumen considerable de ejercicio cardiovascular, mientras que dedican poco tiempo y esfuerzo al entrenamiento de fuerza, ya sea en el gimnasio o al aire libre.
Incluso he escuchado comentarios como: “solo quiero bajar de peso”, “lo hago para mantenerme”, “solo quiero tonificar” o “no hago pesas porque no quiero ponerme muy musculos@”.
Respecto a estos comentarios, podría decir que:
Para bajar de peso es necesario llevar una dieta apropiada y equilibrada. Esto se combina con ejercicio cardiovascular, además de entrenamiento de fuerza que permite mantener el músculo y ayuda a la pérdida de grasa.
El concepto de “tonificar” implica desarrollar músculo y perder grasa, para lo que es necesario un entrenamiento con pesos exigentes.
Para desarrollar músculo de manera significativa, se requiere de mucho esfuerzo, constancia, disciplina y tiempo.
El ejercicio aeróbico es beneficioso porque incrementa el nivel de energía, aumenta la resistencia, fortalece el corazón y los pulmones… Pero es esencial acompañarlo de ejercicios de fuerza para mantener o aumentar la masa muscular.
¿Sabes qué es la sarcopenia?
Es la pérdida progresiva de la masa muscular.
Especialmente a partir de la tercera década se empieza a perder músculo de manera gradual, afectando la función del sistema músculo-esquelético.
Esto lleva a la reducción de la movilidad, de la fuerza y del rendimiento físico afectando también la salud general.
Esta condición puede afectar a personas de cualquier edad y sexo.
¿Qué puedes hacer para combatir la sarcopenia?
Incorpora entrenamiento de fuerza a tu rutina por lo menos dos veces por semana. Puedes hacerlo en el gimnasio o en casa con tu propio peso corporal.
El ejercicio de fuerza de alta intensidad solo o combinado con ejercicio aeróbico, ha demostrado mejoras en la masa muscular y reducción de grasa.
No tengas miedo de las pesas. Puedes comenzar con pesos ligeros y aumentar gradualmente la intensidad a medida que te vayas fortaleciendo.
Busca la ayuda de un profesional. Un entrenador personal puede ayudarte a diseñar una rutina de entrenamiento de fuerza segura y efectiva para tus necesidades.
Cuida tu alimentación. Una dieta saludable rica en proteínas, vitaminas, antioxidantes, ácidos poliinsaturados, etc.
Sé constante. La clave para obtener resultados es ser constante con tu entrenamiento de fuerza.
El entrenamiento de fuerza es parte esencial de un estilo de vida saludable a cualquier edad.